miércoles, 19 de octubre de 2011

Confesiones estúpidas, pero necesarias

Odio ver como cae la lluvia, y no puedo hacer nada para remediarlo. Sin embargo, me gusta cuando la ventana de mi habitación se empaña, y puedo escribir tu nombre en ella. Me encanta el Sol, un fin de semana, ver el sol por mi ventana, me hace sonréir. Hoy será un buen día, pienso. Aunque, demasiado Sol, es algo que realmente detesto. Me encanta dormir, aunque, me suelo levantar temprano los fines de semana, tal vez porque me gusta aprovechar el día. No desayuno, no me da hambre por las mañanas, en cambio, si no lo hago los fines de semana, estoy de mal humor. Me encanta recibir llamadas telefónicas, pero no cuando hago algo importante, pienso, ¿no podrías haber elegido otro momento ? No me gustan los animales, pero me pongo triste cuando los veo abandonados en la calle, y más si es un día de lluvia. Y en cuestión de confesar, lloro tres o cuatro veces al mes. Soy alguien sensible, aunque, intento que los demás no se den cuenta, pero muchas veces me es imposible. Suelo pasarme el día sonriendo. Aunque a veces, es difícil hacerlo cuando muchas cosas van mal. Odio recibir regalos, nadie tiene que gastarse dinero en mí. Pero, me encanta dar regalos a los demás, sobretodo a las personas importantes. Soy una persona contradictoria tal vez, menos mal que te tengo a ti, tú me logras entender.

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