miércoles, 20 de julio de 2011

Puede pasar de todo, ¿verdad? Cualquier cosa. 
Puedes amar tanto a una persona que tan solo el miedo a perderla haga que lo jodas todo y acabes perdiéndola. 
Puedes despertarte al lado de alguien a quien hace unas horas ni siquiera habías imaginado conocer y mírate ahora.
 
Es como si alguien te regalara uno de esos puzles con piezas de un cuadro de Madrid, de la foto de unos ponys o de las cataratas del Niágara; y se supone que ha de encajar, pero no. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario